
La gripe A se quedó lejos de ser la fiera enfermedad que anunciaban las autoridades sanitarias. Desde mayo de 2009 hasta el fin de la primera ola de ataque en la región -el 2 de enero-, los médicos de Atención Primaria de la Comunidad han atendido 161.221 casos. La previsión de la Consejería de Sanidad era que superaran los 820.000.
El Plan de Respuesta de la consejería calculó que el H1/N1 afectaría, al menos, al 15 % de la población. Al final ha sido el 2,6 %. De hecho, en la semana 52 de la temporada, la tasa se situó en 9,16 casos por 100.000 habitantes, cinco veces menos que el umbral para establecer una epidemia: 45 casos.
La alerta se declaró el 3 de noviembre al registrarse casi 400 casos por 100.000 y se desactivó el 9 de diciembre al desplomarse la incidencia a 85 casos -aún era el doble del umbral epidemiológico-. A partir de entonces los casos siguieron cayendo a pesar del empeoramiento del tiempo.
"Pronto para valorar"
La población madrileña, en definitiva, no se sintió amenazada: de las 1.225.443 dosis de vacuna contra la gripe A que dispuso la Comunidad se acabaron aplicando 221.000, un 82 % menos. Sanidad buscaba "inmunizar al 21% de la población incluida en grupos prioritarios". Una vez acabada la campaña de vacunación, el 20 de diciembre, la protección llegó al 3,7 % de esos grupos.
La Consejería de Sanidad considera que "aún es temprano para hacer valoraciones de la baja incidencia". Sin embargo, un médico de Atención Primaria contó a ADN que "esta temporada hay menos afecciones respiratorias capaces de complicar la gripe". También explicó que en los centros de salud "se han retirado ya los circuitos exclusivos para atender gripe A".
fuente: adn.es
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