
El estudio, publicado en la edición digital de la revista médica «PLoS», da la razón al Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos en que el virus ya ha pasado su fase más grave de contagio y que su actividad es ahora mucho menor. Además, la cifra de hospitalizaciones y muertes registradas la pasada primavera también es mejor de lo esperado, según los datos registrados en las ciudades de Nueva York y Milwaukee (Wisconsin). Entre quienes se contagiaron entonces de gripe A, aproximadamente un 1,4 por ciento fue hospitalizado, menos de un 0,3 por ciento requirió cuidados intensivos y sólo un 0,05 falleció.
«Las buenas noticias del estudio son que la gravedad de la gripe A puede ser menor de lo que temíamos», subrayó Marc Lipstich, autor del estudio y profesor de Epidemiología en Harvard. «Hasta ahora, ha sido muy difícil medir el impacto de la gripe, y lo crucial era prepararse para las consecuencias posibles. En cambio, ahora el virus parece ser mucho más suave y podemos dedicarnos a analizarlo», explicó Lipstich.
El estudio, que comprende el periodo entre abril y julio de este año, ofrece estimaciones que ayudarán a predecir la gravedad de una posible nueva ola de contagios durante este invierno. Si, por ejemplo, el virus infecta a un 10 por ciento de la población, el estudio prevé que un máximo de 630 de cada 100.000 personas serán hospitalizadas -unas 46 en cuidados intensivos- y entre 3 y 10 fallecerán.
Teniendo en cuenta que el virus no está afectando a más del 25 por ciento de la población en ningún país del mundo, el peor escenario que presenta el estudio es el que causaría unas 20 ó 25 muertes por cada 100.000 habitantes. El virus de la gripe A ha contagiado a 22 millones de personas en Estados Unidos en los últimos seis meses y ha causado 3.900 muertes, 540 de ellas entre niños.
fuente: lne.es
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