
Estados Unidos comenzará a administrar las primeras dosis de la vacuna contra la influenza AH1N1 la próxima semana a los grupos considerados de alto riesgo.
Unas 600 mil dosis de la versión nasal de la vacuna FluMist estarán disponibles el próximo martes -un poco antes de lo anunciado- en 25 estados de la Unión Americana informaron autoridades del Centro para el Control de Enfermedades (CDC).
La autoridades de Salud habían indicado que la vacuna estaría disponible a mediados de octubre, sin embargo este lunes comenzará a arribar a diferentes estados del país. Otras siete millones de dosis de la inmunización nasal estarán disponibles hacia el fin de la próxima semana, mientras se esperan 45 millones de vacunas inyectables y nasales para fines de octubre y 190 millones de dosis al término del año.
La vacuna nasal tiene como componente al virus vivo de la influenza humana genéticamente debilitado para que no ocasione la enfermedad y sólo se reproduzca en las temperaturas frías de la nariz.
La vacuna contra el virus AH1N1 será distribuida en forma gratuita por el gobierno federal y las autoridades estatales decidirán en qué hospitales, clínicas o farmacias se administrarán. Algunas clínicas y farmacias podrían hacer un pequeño cargo para cubrir costos administrativos.
El CDC dará seguimiento a las vacunas entregadas para asegurarse que los grupos más vulnerables sean vacunados. Las autoridades sanitarias consideran que los trabajadores de la salud, las personas con enfermedades crónicas y las mujeres embarazadas, así como niños y adultos jóvenes tienen prioridad para recibir la vacuna en cuanto esté disponible.
La versión nasal de la vacuna es segura para la población entre dos y 49 años, sin embargo no está recomendada para aquellas personas con asma. El último reporte del CDC indicó que 100 mujeres embarazadas infectadas por el virus AH1N1, han sido hospitalizadas y de ellas 28 han muerto y al menos 46 niños menores de 18 años perecieron debido a esa infección, entre abril y octubre ningún niño en Estados Unidos ha muerto por influenza estacional.
Desde que la influenza humana se tornó en pandemia en junio pasado, millones de personas se han infectado en Estados Unidos, informó la doctora Anne Schuchat del CDC en días pasados. Las autoridades federales de Salud habían anunciado la campaña de vacunación en las escuelas a partir de la segunda quincena de octubre debido a que aquellos entre seis meses y 24 años representan uno de los grupos más vulnerables a la influenza AH1N1.
En el Distrito de Columbia, la capital, la política de vacunación ya causa controversia, las autoridades locales señalaron que se inmunizará a partir del 19 de octubre a los estudiantes de las escuelas públicas que tengan enfermera en el plantel. Sólo hasta el periodo final de las seis semanas de campaña de vacunación que inicia el 1 de noviembre, se inoculará al resto de los estudiantes del sistema público y a los de las escuelas privadas.
Algunos directores de las escuelas privadas ya han protestado contra la decisión, sin embargo las autoridades locales de salud indicaron que habrá una disponibilidad inicial limitada. Sin embargo, como la vacunación es voluntaria, el público ha mostrado una respuesta "ambivalente" ante los planes de previsión gubernamentales, según algunos estudios de opinión.
El sondeo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard publicado este viernes encontró que sólo 40 por ciento estaba seguro de vacunarse, y la mitad dijo que llevaría a inmunizar a sus hijos. En tanto, el gobierno estadunidense anunció en días pasados que los inmigrantes ilegales, estimados en 11 millones, están incluidos en la campaña nacional de vacunación.
Expertos en Salud pública consideran que dejar a los inmigrantes sin inmunizar incrementaría el riesgo sanitario para la población en general y dificultaría el control de la epidemia. Las autoridades federales de salud están tratando de asegurar a la población que no se preguntará el estatus migratorio para recibir la inmunización con el fin de disipar el miedo a la deportación si se presentan en los centros de vacunación.
"Seas ilegal o legal, el virus de la influenza no discrimina y nosotros tampoco", señaló Arleen Porcell, portavoz del CDC. Estados Unidos, Brasil, Australia y Francia entre otros países, han anunciado que harán donaciones de vacunas a los países más pobres para contribuir al control de la pandemia.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) redujo el estimado de la capacidad de producción de la vacuna contra el virus AH1N1 de cinco mil millones al año a tres mil millones, sólo suficiente para la mitad del planeta.
fuente: milenio.com
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