
La gripe A se cuela hasta en el amor y el deseo. El contacto bucal íntimo y el roce de mejillas amenazan con incrementar el número de contagios en Francia. Por esta razón, la administración de Nicolas Sarkozy, empresas y escuelas se sumaron a la movida del anti beso.
“No besar, dar la mano o acariciar el rostro”. Estas son algunas de las recomendaciones que el Ministerio de Salud francés subió a su sitio web. Pero se ocupó de aclarar que no se trata de una prohibición sino de una sugerencia que busca “limitar la proximidad y los intercambios demasiado cercanos”.
La medida tuvo poca acogida en la sociedad. Las calles parisinas dan testimonio de ello. Un dato para convencerlos: de los 2.837 muertes por el virus registradas en todo el mundo, sólo 15 ocurrieron en Francia. Más y 12 de ellos tuvieron lugar en los territorios de ultramar.
Sin embargo, la situación es diferente en Guilvinec, un pueblito inglés donde la alcaldesa del lugar - Helene Tanguy- prohibió los besos en las escuelas.
Para mantener la calidez en el trato humano y evitar cambios bruscos en las costumbres, algunos docentes crearon "cajas de besos" donde los alumnos depositan saludos con forma de corazón para sus compañeros de clase.
LA RESISTENCIA FRANCESA- Intelectuales y sociólogos se manifestaron en contra de la abstinencia. “Hasta ahora, los seres humanos no se daban cuenta de los riesgos que asumían al tocarse, y así estaba mucho mejor”, sentenció Pascal Riché, un columnista del sitio francés de información en internet Rue89 .
Jean-Claude Kaufmann, un sociólogo francés, advirtió que las autoridades cometerían un error si prohibieran besarse sin las explicaciones necesarias. "Los organismos de salud no se dan cuenta que todo ese ritual es extremadamente importante para los lazos sociales", sostuvo Kaufmann, y agregó: "No lo podemos suprimir así nomás".
fuente: criticadigital.com.ar
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