
Debemos recordar que hubo una política de ocultamiento por razones electorales respecto de la verdadera magnitud de la epidemia. Cuando se comenzaron a blanquear los números –al igual de lo que pasó con el dengue en la provincia de Chaco, donde hasta le pidieron a Ocaña que no viajara para quitarle magnitud a la crítica situación de Charata– la cuestión tuvo reflejo concreto en los medios.Clarín publicó a principios de septiembre que más de un millón de argentinos tuvieron la Gripe A y que las víctimas fatales fueron 512. Los datos no surgieron de una "conducta alarmista para aterrorizar a la gente", como puede deducirse de las críticas de la Presidenta, sino que fueron parte de una práctica periodística elemental: reproducir declaraciones del ministro Manzur sobre el alcance que tuvo la epidemia. Cuando se tiene una visión tan negativa del trabajo periodístico se suelen confundir hasta los datos oficiales con conspiraciones mediáticas.
Por: Ricardo Kirschbaum
Fuente: EDITOR GENERAL DE CLARIN
fuente: clarin.com
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